lunes, 2 de octubre de 2017

EMPERATRIZ MYEONGSEONG DE JOSEON,

REINA MIN

La emperatriz Myeongseong más comúnmente conocida como la reina Min, fue la última emperatriz de Corea. Para los coreanos, hablar de la Reina Min es como hablar de Juana de Arco para los franceses o Ana Bolena para los ingleses. Es un personaje muy conocido en Corea, donde se han producido varias obras cinematográficas para contar su historia. La historia de una mujer fascinante que hizo y deshizo en una época en la que la política no era cosa de mujeres.
Nos situamos al final de la dinastía Joseon (1392-1897) y antes del Imperio Daehan (1897-1910). La reina Min nació en la familia aristocrática de la rama Min Yeoheung el 19 de octubre de 1851, en el condado de Yeoju. Se sabe poco de su infancia y su nombre real al nacer, ya que las reinas y emperatrices coreanas reciben un nombre póstumo por el que son más conocidas (Myeonseong) y en el momento de reinar son llamadas por el título que tienen seguido del nombre del clan al que pertenecen (Reina Min), por lo que no queda constancia de su nombre anterior. La familia noble Yeoheung Min ya había dado anteriormente reinas consortes a Corea. El padre de la reina murió prematuramente cuando ella contaba con 8 años. Se desconocen las causas de esta muerte, así como información de la madre de Myeonseong. La carencia de familiares vivos que pudieran tener ambiciones fue uno de los motivos por los que fue elegida para casarse.
Emperador Gojong, esposo
de la Emperatriz  Myeonseong
Cuando el futuro emperador Gojong cumplió 15 años, su padre (Daewongun) creyó que era hora de buscarle esposa. Para ello buscó una candidata que no tuviera parientes cercanos que aspiraran al poder. Tras muchas candidatas la esposa de Daewongun, que era pariente de la reina Min, propuso a alguien de su propia familia. La candidata agradó al padre del futuro monarca, ya que era huérfana, había sido educada como una noble, estaba sana y tenía un cuerpo bonito, por lo que podría tener herederos. La novia finalmente se encontró con Daewogun el 6 de marzo y 20 de marzo de 1866, con casi 16 años se casó con Gojong (de 21 años de edad) y fue investida en una ceremonia (chaekbi) como reina consorte. 

La emperatriz Min, no cumplió las expectativas de quienes esperaban que fuera una dama de la alta sociedad, asistiendo a los eventos sociales, manteniendo amistades con otras damas de alta cuna y marcando tendencias, pues resultó no tener ningún interés en ese papel, y se dedicó a autoformarse en todos los ámbitos posibles; historia, ciencia, cultura, religión etc. Con el paso de los años su suegro, Daewongun, ya la veía como una entrometida en asuntos políticos. Llegó incluso a acusarla de tener problemas de salud y ser incapaz de dar a luz a un heredero sano por lo que pidió a una concubina que diera a luz al heredero en lugar de la reina, con el propósito de ocupar su legítimo lugar.
Ante tal circunstancia y aprovechando que el pueblo había dado la espalda a Daewogun, la reina Min decidió que ya era hora de que su suegro se retirase de la escena política y por ello respondió aliándose con altos funcionarios, académicos y miembros de su clan para conseguir que el rey comenzara, a sus 22 años, a reinar en su propio nombre. Con la aprobación de Gojong y del Consejo Real, el padre del rey se vio obligado a abandonar su puesto como regente. Myeongseong pasó a controlar entonces la corte, dando a su familia cargos de honor y gobernando junto a su marido. 

Desterró también a la concubina real y a su hijo fuera de la capital, el niño murió en 1880. Muchos tomaron entonces conciencia de que la participación política de la reina iba a ser tan activa como la de su marido o incluso más. La reina abogó por una apertura mayor de Corea y por una serie de reformas basadas en los valores, la sabiduría y las necesidades del pueblo. Los embajadores y diplomáticos que la describieron dieron un perfil muy característico: Una reina de mirada fría, muy inteligente, prudente y que daba buenos consejos al rey.

En 1894 estalla la guerra sino japonesa por el control de la península de Corea, y la derrota de China rinde el país ante el colonialismo y el comercio con Occidente, al igual que Corea. En 1895, los japoneses deciden anexionar la península de Liaodong (perteneciente a China) según el Tratado de Shimonoseki, lo cual no interesaba ni a Francia, ni a Alemania, ni a Rusia pues suponía una barrera para su plan de expansión comercial y dominio colonial. La emperatriz Myeongseong, y por tanto Corea, respaldó a Rusia enfrentándose así al Imperio Japonés. Cabe decir que de por medio estaban las intenciones de conquista japonesa de la península de Corea, el rechazo de la emperatriz y su apoyo a Rusia supone un impedimento para los planes nipones y los enfrenta todavía más.
No todos estaban de acuerdo con el gobierno del rey y la reina, el 4 de diciembre de 1884, cinco revolucionarios produjeron un intento de golpe de Estado, llevando un pequeño ejército en un intento de detener el rey Gojong y la Reina Min. El golpe fracasó después de 3 días. Algunos de sus dirigentes, incluido Kim Okgyun, huyó a Japón, y otros fueron ejecutados. Japón se consolidaba como primer enemigo de la reina Min, a la que intentaban apartar del gobierno continuamente.
Japón ante el temor de que la reina consiguiera contrarrestar sus fuerzas con una alianza con Rusia y China decidió zanjar el asunto, en 1895 el embajador de Japón en Corea contrató a un grupo de sicarios para asaltar el palacio Gyeongbokgung (la residencia imperial) y matar a la reina. 

Okhoru, el edificio donde
los asesinos japoneses mataron a la emperatriz.
El 8 de octubre de 1895 el grupo de asesinos entró en el palacio, no les fue difícil entrar ya que las puertas estaban vigiladas por japoneses. El asesinato fue presenciado por uno de los guardias imperiales y un arquitecto ruso, que narraron los hechos. Los asesinos mercenarios violaron y torturaron a tres mujeres sospechosas de ser la reina Min, cuando verificaron cuál era la reina la quemaron viva en un pequeño círculo y después desmembraron su cadáver. El emperador Gojong, enfurecido por la brutalidad este acontecimiento, concedió póstumamente a su esposa el título de Myeongseong (estrella brillante) y enterró sus restos en Jongmyo, el templo nacional de Corea. El pueblo coreano igualmente se sintió consternado y buscó la manera de cobrarse la venganza, de tal forma que nació un sentimiento independentista de Corea que después de la ocupación japonesa haría que Corea volviera a pedir su independencia. El rey Gojong declaró en 1897 que el reino de Joseon se consolidaba formalmente como Imperio de Joseon, dando póstumamente el título de emperatriz a su esposa.

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